El Secretario Comarcal de la Bahía de Cádiz, el andalucista
El dirigente andalucista comienza exponiendo en relación a este tema que “la ley no obliga a que los trabajadores contratados tengan que estar en el paro un tiempo determinado, y por ello la mayoría de las empresas pueden actuar de esta manera, asegura
“La recuperación de los puestos de trabajo, continúa el Secretario de la Bahía de Cádiz, se dará de esta manera a finales de marzo o principios de abril, cuando deben de dar comienzo los proyectos. Para finales de año, cuando tienen que terminarse todos los proyectos (incluso los de mayor envergadura), se producirá otro repunte del desempleo”.
En otro orden de cosas el andalucista ha expuesto que “otra de las características de este plan, es que está concebido, sea de forma intencional o no, para que las grandes empresas de construcción salgan beneficiadas y se hagan con la gran mayoría de los proyectos, o mejor dicho, puntualiza Álvarez, con todos los que les merezca la pena hacer.
De esta forma, las empresas más grandes y con mayores infraestructuras son las que más beneficiadas van a salir a la hora de adjudicarse las obras. En otros casos, los de empresas muy pequeñas que no dispongan de la certificación, quedarán fuera de poder optar a las obras. Esto va a ser muy grave sobre todo en pueblos pequeños, en los que las personas que toda la vida han trabajado en este tipo de obras o arreglos van a quedar fuera”.
“Asimismo el plan ZP, continúa el Secretario, tenía que haber tenido en cuenta dos condiciones más: la superficie de los municipios y por tanto su dispersión de población, y también haber permitido que los trabajadores agrícolas pudieran acogerse también a las ayudas para sus actividades, para dar mejor servicio a municipios eminentemente agrícolas.
El problema de la seguridad es otra de los puntos flacos de este plan por un motivo evidente: la precipitación en la planificación y ejecución de los proyectos y las obras puede hacer que la seguridad pase a un segundo plano”.
Álvarez puntualiza que “tenemos miedo de que pueda dispararse la siniestralidad en el sector de la construcción, porque al hacer las cosas rápidamente y en un plazo mucho más corto de lo que sería necesario, puede haber problemas. Además, hay que tener en cuenta que una de las cosas que priman en el desarrollo de los proyectos es que se hagan en el menor tiempo posible”.
El dirigente andalucista concluye diciendo que “la administración debería ser mucho más exigente, ya que para estos proyectos sólo va a importar el precio y el plazo, y no la seguridad.
Cádiz, 20 de marzo de 2009
